Entre las sesudas explicaciones a destiempo que los genios de los grandes medios mundiales harán sobre la victoria de Trump seguramente se esconderá un tema principal, el factor hartazgo por el extremismo laicista, abortista y proideología de género de Hillary Clinton y el partido demócrata. El laicismo en Europa está entregando el viejo continente al extremismo musulmán, generosamente financiado por los petrodolares de Arabia Saudita y prometía hacer lo mismo con EEUU. El ultraabortismo (Hillary juraba que protegería el exterminio de niños con 9 meses de gestación y continuaría financiando a la patronal del tráfico de tejidos humanos Planned Parenthood) tendría por resultado incrementar la crisis demográfica que impulsa a su vez la inmigración ilegal descontrolada, que a su vez favorece la mano de obra barata (igual que en Europa) y la ideologia de género auguraba más crisis de la familia y renovadas persecuciones antireligiosas por supuesta "intolerancia" a privar a los niños de su derecho a tener padre y madre y a que se cuestione la célula básica de la sociedad, anterior al Estado, que es la familia. Me imagino miles de una conversación de antes de ayer de parroquianos honestos y buenos padres de familia , sin prejuicios antifeministas ni homófobos pero con cerebro, en un pueblito perdido en el medio de Kentucky o Iowa: "Con Obama tuvimos el primer presidente negro y bien, pase, con Hillary tendríamos la primer presidente mujer y en 8 años tendremos el primer presidente gay. Basta". Y las drogas terminarían de anular los últimos reflejos del pueblo norteamericano. Ayer, en California donde ganó Clinton también ganó un referendum que legalizará la marihuana para uso simplemente recreativo. Esto se amplificaría a todo el país de haber ganado Hillary. Los poderes del Presidente en USA son muy limitados en legislación de aborto y familia, pues es materia que corresponde a los Estados y en ultima instancia a la Corte Suprema, pero Trump ha prometido que designará un Juez conservador y seguramente cristiano para cubrir la vacante actual en el máximo tribunal estadounidense.
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