Donde el matrimonoide gay no corre...Una recorrida por los matrimonios monárquicos -obviamente entre hombre y mujer- y los herederos al trono, que saben quiénes son su papá y mamá. Solo el matrimonio verdadero es igualitario para los niños. La prensa mundial, pródiga en tergiversaciones sobre el matrimonio "igualitario" se hace la distraída sobre el verdadero significado del matrimonio que se evidencia -también- en las bodas monárquicas: dar la paternidad masculina cierta y el adecuado marco para el nacimiento y crianza de los hijos.
Dificilmente se admitiría un Rey homosexual que deje la sucesión vacante o que genere un "príncipe" huérfano de padre o de madre o de ambos, con su verdadera identidad suprimida y estafada, resultante de una "ovodonación", trafico de vientres y demás manipulaciones de las patermaternizaciones fraudulentas de algunas parejas homosexuales. La Constitución Española, que hasta aquí es la que conozco en orden a la organización de la monarquía excluye expresamente la eventualidad de un matrimonoide gay monárquico pues en su art. 58 se refiere a "La Reina consorte o el consorte de la Reina" para la asunción de la Regencia en caso de minoridad del Rey y es uno de los fundamentos -entre tantos- de la inconstitucionalidad de la ley de "matrimonio" homosexual en aquél país. |
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