domingo, 6 de noviembre de 2011

El bien común no es el común de los bienes, a propósito de la "felicidad" de Flor de la V


Mantecol y papas fritas para afrontar la prueba de ver el programa que dejé grabado en Directv de "Sábado Bus". Tenía que bancarme lo que iba a decir Flor de la V, mi denunciada/o, por si le sacaba algún jugo en pos de la causa. La tipa tiene un cuerpo y voz de macho que no disimulan las toneladas de hormonas que se debe tragar o pinchar, pero nadie le va a quitar de la cabeza que es mujer y sobre todo ser ¡"madre"!, "es lo más importante que me ha pasado en mi vida" dice y tal vez sea verdad (ojo, esto, no aquélla). Ella/él sabe que son disfraces pero así se siente cómoda/o y es feliz. Su pose de ganadora arrolladora "que logró todo lo que se propuso en la vida" me trae a la mente -salvando las distancias- como Hitler construyó su mito a partir del oscuro Cabo malherido y pintor de mala muerte que para desgracia de la nación alemana también "logró todo lo que se propuso". El problema involucrado en la denuncia penal contra Flor de la V es si logramos la supremacía del bien común por sobre el bien de un individuo. En nuestra castigada Patria se lo está usando como modelo de la "voluntad procreacional" y pocos advierten si es un mal el fraude de ricos consistente en comprar dos bebés por 100.000 dólares. La vida como un Don (de Dios o de quien sea) se devalúa irremediablemente si puede ser adquirida como un objeto comercial. El que compra es propietario y así como compra puede vender y hasta "destruir" la cosa, según una de las primeras nociones que aprenden los estudiantes de derecho. No intenten imaginar la tremenda presión que sufrirán los "hijos" de Flor de la V, obligados a ser los "mejores hijos de la mejor madre", para amortizar la compra y cumplir su parte en el juego conmutativo de "prestaciones" en las patermaternizaciones fraudulentas, pero la verdadera compasión la deberemos tener por los millones de hijos que nacerán crecientemente bajo las horcas caudinas de un modelo que desjerarquiza el matrimonio como cauce de la patermaternidad responsable, sin padre, sin madre, huérfanos, privados de su identidad o convertidos en mascotas. La Justicia penal no es retributiva sino modeladora, por el bien común, la requerimos para destruir un mito.

1 comentario:

  1. Es penoso el resentimiento que tienes hacia las personas que tienen un continente masculino y un contenido hormonal femenino, no son un caso ni son un antojo transformista. Esa persona encuentra un hombre que la ama y desean tener familia (oh que horror!) ¿que hacen? 1º- se privan. 2º- adoptan en un proceso desgastante ó. 3º- alquilan un ovulo y vientre. Por supuesto que la criatura tenga la comunicación y el derecho a saber su origen maternal, que también implicaría si la madre lo quiere así.
    Es un tema muy espinoso y lo distinguiria de las parejas homosexuales o gays sin cambio de sexo en ninguno de ellos.
    Por ultimo, que haría si usted o su mujer son infertiles y quisieran formar una familia con hijos? Tendrían hijos con genética de uno de los dos ó adoptaría?, aunque sean chinitos que no prodrian ocultarle el hecho y posiblemente no verían nunca mas a sus padres biológicos?.

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